
Miguel Ángel Casado
Licenciado en Periodismo y profesor de Comunicación comercial, corporativa e institucional, Software para análisis cualitativo e Internet e Industrias Culturales en la UPV.
Habla sobre la publicidad del BilbaoBBKlive.
¿Cree que la programación y los grupos no son ya suficientemente atractivos como para tener que publicitar el festival?
El gancho más importante de los festivales es el cartel. Dicho esto, cuando un festival realmente triunfa es cuando consigue hacer su nombre y establecerse como una cita de referencia incluso al margen del cartel. BBK live en las primeras ediciones peleó mucho por unos carteles muy potentes cuando todavía no era una referencia y a partir de ese esfuerzo que hizo a conseguido convertirse en lo que es hoy. Sin embargo, siempre es bueno publicitar tanto el cartel como el evento de la manera más creativa posible.
¿Por qué tiene éxito el BBK live?
Ahora la gente habla del BBK live como una experiencia que es música, pero también es muchas más cosas. Ahí es cuando consigue realmente el éxito con respecto al público, cuando independientemente de los artistas que vayan, tienes una gente que repite año tras año. La experiencia de venir a Bilbao, irte al monte a acampar y ver no solo los grupos, sino el ambiente que hay, la oferta de contenidos multimedia, las carpas y demás cosas también te llaman mucho. Es muy difícil encontrar un cartel que se adecue cien por cien a tus gustos, y de hecho mucha gente va al festival y la música llega a ser solo una pequeña parte de la experiencia que tienen allí.
Entonces todo lo que rodea el festival es importante. ¿Bilbao, la ciudad, también?
Las últimas ediciones han hecho muchas cosas que están vinculadas a Bilbao y se hacen en la propia ciudad, no en Kobetas. Lo que intentan de alguna manera es vender una experiencia conjunta, en la que incluso la propia ciudad aunque este un poco alejada participe en ello. Que el que venga al BBK live, si es posible que se quede algún día más y viva Bilbao al margen del festival. Y en ese sentido es en el que yo considero que han conseguido un éxito muy positivo, porque bbk live ahora mismo es una marca.
¿Y qué hay de la BBK?
Para BKK también es muy positivo, les ha posicionado muy bien y sobretodo le ha acercado mucho a un público joven.
¿Cree que hay gente a la que puede molestarle la publicidad de las marcas en el recinto del festival?
Es cierto que a ciertos niveles llega un momento en el que te saturas y te sientes casi una víctima siendo perseguida por diferentes personas que intentan venderte revistas, productos, grupo o lo que sea. Pero yo creo que esa situación trasciende un poco del ámbito de los festivales. El propio espacio público cada vez está más influenciado y hay más presencia de marcas que están a generar imagen positiva o a vender sus productos. Ya cuando el entorno es cerrado, como en el festival, si es cierto que puede llegar a ser molesto. Pero ahí es el festival el que debe jugar con estas relaciones.
Esto tiene mucho que ver con la financiación y los tiempos de crisis, ¿no?
Yo creo que tienen que hacer una reflexión sobre esto, porque es cierto que la financiación de estos festivales es muy complicada, los últimos años con los recortes lo ha sido más todavía, y se han visto necesitados de incluir cualquier tipo de presencia porque les suponía recursos económicos. Pero cuando la situación se normalice deberán pensar si les merece la pena tener tantas marcas, ya que al final, tu espacio también vale más cuando es más exclusivo. Es decir, cuantas menos marcas, más valdrá el espacio.
¿Cree que los patrocinadores encuentran fácilmente a su público en el BBK live?
Tienes un público objetivo muy fácilmente definido, que son jóvenes entre 18 y 30 años con unos gustos muy concretos, con un conocimiento tecnológico bastante desarrollado. Para ellos es un campo muy apropiado para hacer este tipo de experiencias, ya que tienes durante 2 o 3 días a un grupo de personas que no solo van a conocer mejor tu marca, sino que además es un público muy cercano a tu público objetivo.